13 poemas que hablan sobre sentimientos de mujer, enmarcan imágenes de desnudos femeninos. (paneles de madera 60×80)
«Gracias por estar aquí… en nuestro propio “Paraíso” que es este sueño largamente esperado. Aquí no hay frutos prohibidos, así que disfrutadlo en grande.» (Mª Laura Gargarella)
Nuestra Génesis (explicación de la exposición)
En el principio existía una ciudad llamada Valencia, ostentadora de lunas… y otra conocida por sus Aires Buenos (metafóricamente hablando) muy lejos de aquélla, arrinconada en el extremo sur de un planisferio.
En el principio hubo una mujer, curiosa e inquieta, a la que le faltaban ojos para ver el mundo. Eran tantos los recuerdos que se le amontonaban en las retinas, tantas las imágenes que le confirmaban su estar viva, que la mujer (llamémosla, por decir un nombre, Pilar) necesitó nuevas pupilas, nuevas formas de captar y retener el paso apurado del tiempo y sus calendarios. Entonces, dijo Pilar: “haya una lente con diafragma”. Y una cámara de fotos, mágicamente, se posó en su mano. Y vio Pilar que eso era bueno (en verdad dijo “¡Haaala! ¡Cómo mola!”, pero da igual…)
Al sur del planeta, en cambio, “la tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo” y un viento hecho de suspiros aleteaba sobre las aguas del Río de la Plata. Allí otra mujer (llamémosla María… o mejor María Laura, para ser menos tradicionales) sufría de una grave enfermedad. Se le enredaban palabras, frases sueltas e inconexas por todo el cuerpo. Le crecían versos en las manos, vocales en las piernas y hasta le saltaban rimas del pelo al peinarse. Entonces María Laura gritó: “¡Auxilio!” y hubo auxilio. Su mano derecha se convirtió en un trozo de madera alargado, al que llamó “lápiz” y su mano izquierda se transformó en una suerte de sábana frágil, de color blanco. Y llamó a la sábana: “papel”. Y vio María Laura que eso era bueno (“re-bueno”, para ser exactos)
(Hay quienes hablan de un problemita con unas costillas, pero hasta el momento creemos que son versiones apócrifas de la historia… Lo único que hemos podido comprobar científicamente es que alguna de ambas mujeres se ha roto y/o ha perdido no sé si costillas precisamente, pero sí algún que otro hueso, en más de un encuentro frente a ciertos vertebrados de una muy parecida especie, pero ya es tema superado)
De ahí en más, Pilar se dedicó a retratar todas las lunas de sus noches, mientras María Laura respiraba Malos Aires y transcribía los soles de sus atardeceres en papel… Hasta que en el día sexto, sucedió el ECLIPSE. A un mismo tiempo ambas pensaron: “no es bueno que esté sola creando por ahí cosas que nadie ve…” Y reflexionando sobre esto salieron a caminar. En un descanso, Pilar dejó un concierto de rock para prenderse un cigarrito. Mª Laura, en cambio, abandonó un cine por ir detrás de dos cafés con leche (o múltiplos de dos) Y mientras caminaban cada una con su vicio por el jardín de un Edén, imprevístamente se sorprendieron tarareando un mismo tema de un conocido cantautor.
Entonces se observaron con asombro… y como ninguna sabía a ciencia cierta si la otra hablaba su mismo idioma, Pili le extendió amable su brazo con una foto, a modo de bienvenida. Lau sonrió. Escribió un poema diciendo “gracias” y se lo dio. Pili observó ese poema y los que siguieron, largo rato. Y después de atravesar sus ojos, después de la amistad con su intercambio, detrás de mil letras “C” de – inconfesables-confesiones, cafés con leche, canciones, cielos, carretera y cigarros, sucedió al fin, lo inevitable…
entonces,
“EL VERSO SE HIZO IMAGEN”